INCREIBLES

msc

24 marzo, 2017

Iremos más allá

Da miedo, da miedo el precipicio de la incertidumbre, del ¿ahora qué?
Da terror no saber qué va a pasar con tu rutina, que te pregunten ¿qué viene después? Y tú solo puedas encogerte de hombros, con la presión en el pecho, y las manos sudosas. 
Y es que, puede ser que siempre ha estado todo reglado, ahora termina el instituto, después haz la prueba de acceso, entra en la universidad, ¿y luego? Te dejan en medio de la nada, porque ya has crecido, pero entre parciales y horas en la biblioteca yo no me he hecho mayor.
No es ser injusta, no me malinterpretéis. Siempre hay quién se recuerda a sí mismo en tu situación, y te aconseja, y te ánima, Y te dice, las cosas están cambiando.  Yo estoy segura de eso, porque para mí lo están haciendo, solo que no tengo muy claro en qué sentido se están moviendo. 
¿Irte fuera? ¿Empezar a practicar tu profesión? ¿Un máster? ¿Una formación más específica? 
Puede ser que todas estas dudas las tenga ahora porque nunca antes me había planteado, ¿dónde estaré en dos meses? Antes era una vida predecible, sensata, pautada por otros. 
Y ahora me toca a mí, me han pasado la batuta sin sesión de simulacro. 
Pero pese a toda esa niebla que cubre el próximo paso, siento unas ganas enormes de cambiar de etapa, de poder aportar algo con mi trabajo, mis ideas, mi pasión por esto.
Nadie creo que pueda quitarme este pedazo de mí, mi experiencia, mis amigos, mis horas danzando por el laberinto de mi facultad. El descubrimiento de grandes almas, grandes mentes.  Profesores que marcan un antes y un después. Ese click, esas lágrimas disimuladas con los casos más duros. Las peleas con la máquina de café y con ese bibliotecario gruñón. La complicidad del compi de mesa en la biblioteca al que no conoces. Ver el mismo día amanecer y anochecer desde la mesa del fondo de la universidad. Que no me jodan, que no pongan carteles diciendo que esta es una mala etapa, porque es libertad en estado puro. Es ese empuje a saber, a querer conocer más, conocerte a secas. Como ha sido así, tan especial, tan profunda y tan tan inspiradora, da miedo tener unas expectativas tan altas al siguiente mundo que entro, ¿pero quién dice que no va a sorprenderme aún más?
Raquel del futuro, allá vamos.
Weheartit.com

08 mayo, 2016

Sin ser un poema

Cuando el dolor te toca.
Cuando el dolor te toca, se sienta y respira de tu oxígeno.
Falta algo más que ruido en este infernal silencio que quema mis labios.
Y todo lo que se aproxima tiene un tinte de color cambio.
No buscas nada más que el roce, la sinergia.
Sabes que no vas a poder ser, a secas.
Sin él, ahora solo contigo, faltan los ruidos de muelle buscando el cariño.
¿Qué saciará el vacío?
¿Dónde te llevará, alma inquieta, este peso en el pecho?
Y aunque sé que te preguntas si podrás moverte,
solo concéntrate en recuperar el aliento que perdiste.
haceyatanto

07 agosto, 2014

Huecos.

En el desván encontró una foto, otra, y otra. Todo se volvió negro por un instante, lo que veía en ellas era su reflejo pero con personas que no conocía. ¿Cómo había llegado a eso? Las recogió todas en su regazo y escaleras abajo fue inundando su cabeza de preguntas. Bajó al salón confuso y comenzó a oler a galletas. Algo familiar. No más que ella.  Era baja, el pelo canoso recogido en un discreto bucle casi en la nuca, y un gesto de tristeza atravesaba su cara. Pisó los dos últimos peldaños a tientas y se dirigió a la cocina con recelo. Ella se volvió sobre sus pies al escuchar los pasos de su marido y sonriendo forzada a medias intentó escrutar en su mirada. No consiguió descifrar el miedo que últimamente se estaba aprensando de sus ojos y decidió seguir con el cocido mientras le hablaba. Para ella que todo siguiera siendo normal era la mejor medicina, pues sabía que él nunca hubiera querido ser tratado como una persona invalida.
-Javier, ¿Encontraste las herramientas que buscabas?
Él con las manos temblorosas, y sin saber bien de qué hablaba, puso las fotos encima de la mesa de la cocina y casi sin mirarla, le preguntó qué le pasaba.
-¿A qué te refieres?—Sin subir la mirada de la olla que tenía entre manos y con los ojos entumecidos por las lágrimas que no querían salir, se tuvo que enfrentar a él. La miraba fijamente apoyado en el quicio de la puerta.
-¿Por qué no puedo…?—Y sin dejarle acabar Marian dejó caer los brazos como si le pesaran a los lados de su cuerpo y sosteniendo su mirada, intentando no flaquear, le dio un beso.
-No pasa nada, simplemente a veces te olvidas de algunas cosas, nada que no nos pase a la mayoría con nuestra edad. ¿O no dices siempre que estamos ya para el arrastre?.

Dio por finalizada la conversación como muchas veces había hecho antes, y sabiendo que sus ojos vidriosos no engañaban al buen hombre que la miraba,  empezó a rajar en alto sobre lo mucho que odiaba pelar cebollas.  
Javier se encaminó al jardín intentando encontrar recuerdos para tapar los huecos en blanco de su memoria. Ella, sumida en la impotencia, volvió a remover el guiso.




02 agosto, 2014

Lo siento, pero.

Perdón, porque me comprometí con esto y la verdad que le he ido dando de lado. No sé si por el miedo a no saber qué decir, o porque no quería compartirlo, ya que no ha sido una temporada del todo buena, aunque realmente todo tiene su lado malo, ya lo sabéis,(porque también vivís en este mundo). 
Me he vuelto loca y he pensado que voy a darle un cambio al blog, y a algunas otras cosas que podréis ver indirectamente, si es que aún tenéis ganas de pasar por aquí. 
No voy a poder hacerlo así como de repente, pero os prometo que lo iré haciendo con cierta asiduidad. Tampoco os puedo garantizar que todo lo que escriba vaya a tener mucho sentido, pero espero que podáis decidme lo que penséis, porque siempre es maravilloso ver que me dais un poquito de vuestro tiempo.
Tengo que ir buscando cosas, y quizás, solo quizás haga un apartado dedicado a la moda, pero todo es un proyecto. Tengo muchos, y cada uno es una ilusión.
Y me encanta.

Espero que tengáis ganas de seguir conmigo,


porque yo os quiero aquí.

21 enero, 2014

Para no vivir aquí y ahora.

Normalmente me entran las ganas de escribir cuando tengo mil cosas que hacer, exámenes y demás, pero no sé, me viene bien descargar en la pantalla todas mis frustraciones y miedos. No sé. 

Bueno, no hagamos un mundo de mis problemas porque lo que hoy quiero que veáis es un vídeo que me enseñaron a mí y que me ha ayudado a aclararme un poco. Y sobre todo me ha motivado. Espero que os sirva ahora en épocas de exámenes y para vuestra vida.
Besos,
prometo volver pronto, Raquel.
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 'El éxito es un 1% inspiración, y un  99% transpiración' 
Por si no os deja verlo, os dejo el enlace:  http://www.youtube.com/watch?v=CfEOwQnd-OM

Imagen del libro Cartas para Claudia, Jorge Bucay.

17 noviembre, 2013

22 agosto, 2013

Yo.

Mi madre me hizo así, pequeñita y risueña. Cabezona, y fan del chocolate, de las risas, de los momentos pastelosos, de la gente sincera y de las palabras. Me hizo cariñosa, respondona, sensible. Me hizo sin gracia, pero con mucho corazón para sentir, para bien o para mal. Salí revoltosa, un manojo de nervios, que piensa actuando, y le da vueltas hasta al mínimo detalles. Río mientras lloro, y mi plato favorito es todo lo que lleve azúcar. Me encanta cantar aunque me invente la mitad, porque aquí las letras las domino yo. Escribir, es lo único que consigue hacer que me sienta mejor. Me tienen que explicar mis propios sentimientos y hacer callar más de una vez para no meter la pata. Medio inocente, medio sabelotodo intento no ser muy acaparadora con los que me rodean. Falta de cariño cada diez minutos y de risas cada dos. Menos de uno sesenta y dos, y con mucha capacidad para retener momentos. Indecisa. Observadora. 
Seguidora de las frases en menos de 140 caracteres. Capaz de pocas cosas, predispuesta a otras muchas.
De pequeña comía imanes. Hoy me alimento de capuchones de bolis. Insoportable con y sin regla. Repetitiva y pesada. Madre de más de uno, hermana pequeña del que me quiera acoger. Bailarina a tiempo parcial para mi espejo y para mí misma. Leer, mi mundo paralelo, dónde paro la vida de otros cuando me llaman para almorzar. Domingos perezosos en una cama que me conoce más que yo misma. Duermo con peluche, Paca le gusta que la llamen. Estudio por obligación, simplemente para conseguir lo que quiero. E irónicamente, no sé lo que quiero hacer con mi vida. 
Mis principios por bandera intentando evitar la hipocresía, que no siempre lo consigo. 
He puesto y pongo buena cara a personas que desearía ver en la otra punta del mundo. O mejor, no verlas.
No me gusta decepcionar(me), odio esas miradas. Me fijo en las arrugas que se le forman a las personas cuando se ríen, creo que es lo que le da personalidad a alguien, su risa .
Hablo por los codos, mi vida suele ser divertida. Siempre tengo frases ingeniosas cuando ya ha pasado el momento. Siempre valorando los detalles y pidiendo perdón por mis fallos.
Y por primera vez, escribo solo de mí. 

24 abril, 2013

Le cogimos miedo a volverlo a intentar.

Los días que me siento más sola prefiero no hablar, no reclamar la atención de nadie que no quiera dármela, quizás así interiorizo más mis sentimientos. Al igual que sentir alegría, estar triste es bueno, quiero decir no estarlo siempre, pero sí elegir días para que tú cuerpo descanse, días en los que no hablar sea una  bonita penitencia. Es la única forma de darle valor a las palabras, es la única forma de darle sentido a lo que realmente tenemos dentro. Y para sentirlo, primero hay que querer. ¿Cuántas veces nos negamos a sentir? ¿O a vivir? ¿O a ambas cosas? Por el simple hecho de que un día nos hicieron daño. Un día que nos dejaron en silencio. Y como unos críos le cogimos miedo a volverlo a intentar.
Quizás debamos coger al toro por los cuernos esta vez, quizás necesitamos que nos hagan daño para curar otras cosas que no sabíamos que teníamos. Quizá deberíamos dejar intentar aparentar ser fuertes para ser quién realmente somos y a partir de ahí, ser. Vivir, sentir. Con miedo o no, debemos hacerlo.
Si hubiera otro camino, otra forma o mejor dicho, alguna, la vida no se llamaría vida.

18 enero, 2013

-Abuelo, ¿soy guapa? -Eres la niña más hermosa del mundo.

' Quiero que me expliques una cosa. No me contestes mal, ni me eches otra vez de tu vida para no oír la realidad. Quiero que me digas por qué vives por y para entrar en una 32, quiero saber porqué no tener mas que huesos te hace 'feliz'. Quiero saber por qué no saboreas los momentos de tu vida por miedo a coger un jodido gramo. Dime por qué no le cuentas a nadie lo que sientes o por que miras de reojo las piernas de otras chicas. Quiero que me cuentes tus noches de llanto o si lo prefieres, a quién culpas de todo esto. Dime si fue la sociedad o este borracho que te dejó en aquella fiesta. Quiero saber por qué tiras la comida a la basura,  y pierdes tu vida en un baño, como si él váter fuera a llevarse tus miedos después de vomitar. Quiero poder entender, quiero poder saber por qué para buscar el por qué no, quiero entender tus complejos, tus ansiedades, tus inquietudes, quiero conocer quién te hizo esto. Y después de todo esto quiero hacerte comprender que lo único que te va a quedar al final de todo esto, eres tú, con un montón de huesos y un enorme vacío. 
A quién realmente le importas, no se va a fijar en tu talla de pantalón sino en la persona que eres, o al menos eras; y que solo recuperarás cuando te des cuenta de que da igual la armadura si tienes en tu interior a alguien a quién merece la pena mantener.'




21 diciembre, 2012

El miedo se carga nuestra vida.

Es la primera y última vez que escribo sobre ti, pero no es para ti. No sé que me duele más; el saber que ya no estarás ahí, o saber que, aunque tú no lo aceptes, que mucha culpa por la cual no estás aquí conmigo o yo contigo, es mía. Extraño todo: la manera que me hacías reír, tus ojos, tu sonrisa, tu manera de ver el mundo, la manera en la que me ayudabas a ver que estaba mal, tu manera de abrazarme, no sé, todos los momentos que hemos compartido, pero lo que más extrañaré será el simple hecho de hablar, de contarte como me había ido el día, contarte mis sueños y mis pesadillas, contarte mis problemas y mis triunfos. Trato de ver las cosas de la manera en la que tú las ves, pero me es imposible. La impotencia me come. Saber que pude haber dado más de mí, saber que mis palabras y acciones se quedaron solo en pensamientos por el miedo a enamorarme, por el miedo que ahora estoy viviendo. “Trataste de evitar algo para no sufrir y ahora sufres el doble por haberlo evitado”.' 

12 diciembre, 2012

Ya sabes, se dicen muchas cosas.

Hablaba como si no doliera, como si sus palabras no calaran poco a poco en mi interior. Hablaba como si yo no le importara, o como si tuviera mil cosas en la cabeza antes que mi nombre. 'Quizás vaya por orden alfabético', quise pensar. Contaba cosas sobre grandes batallas que luchó por otra princesa, y tras eso dejó claro que nunca lo haría por mí. Me confesó sentimientos secretos, de esos que yo no sabía que una persona podía tener, pero ninguno tenía que ver conmigo. Narró peleas, en las que su muerte era inminente contra la propia vida. Describió al detalle la belleza de las grandes cosas que habían marcado su existencia. Hizo muchas cosas. Contó otras tantas, no tan afortunadas, de las que le quedan cicatrices. Le hicieron daño, le hicieron cambiar. Le hicieron callar cuando deseaba gritar.
Pero ¿sabes? nunca dijo que yo había estado con él durante sus días malos, tampoco que había sido la que lo había levantado en sus derrotas contra el mundo. Nunca insinuó que fueron mis besos, mis ganas de verlo y mi sonrisa los que intentaron curar sus heridas de guerra. Jamás mencionó esa sensación, que supuse y afirmo ahora que solo la tuve yo, de lo especial que se sentía a mi lado. No lo oí pronunciar mi nombre en sueños, pero para ser justos, tampoco dormí nunca a su lado. No creo que contara nunca las horas que había pasado escuchándolo en silencio. Ni las veces que me había sincerado hasta vaciarme.
Eso sí, solía decir que que me quería, pero ya sabes, se dicen muchas cosas.

09 noviembre, 2012

Sentir, sentir, sentir.

Necesitaba huir y lo estaba haciendo. ¿Qué más podía pedir? ¿No era eso lo que quería? ¿No era escapar la única solución? Tal vez no, quizás se estuviera comportando como esas personas de las películas que odiaba, que querían huir de todo aquello que amaban  por miedo a sentir. ¿No era ese su problema? Sentir, sentir, sentir. Le habían dicho qué hacer, cómo y cuándo sonreír, dónde callar, dónde pedir perdón aunque no fuera su culpa.  Había tenido una vida de marioneta. Y ahora sin hilos se sentía en parte vacía  y en parte libre. Esas sensaciones que la abordaron demasiado rápido. Los títeres no pueden sentir, se repetía.
Las marionetas no pueden enamorarse, pero ella lo hizo; y decidió escapar como una cobarde. La lucha cabeza-corazón no podía continuar. 
Realmente tenía miedo a volver a atarse. Pensó  si su libertad valía tanto como para perder lo que más deseaba
Ya en el tren, a 300 kilómetros de distancia  del mundo, decidió que la única manera de sentirse libre era estar atrapada en él. 






Me gustaría hacer un paréntesis, primero para agradeceros que sigáis leyendo, que me digáis que siga escribiendo, porque creo que  lo único que puede motivar a alguien a hacer lo que le gusta, es que a otros también le guste.


Y como ya le dije, esta entrada es para Blanca Macías, a la que le debo el 50% de las visitas del blog. *-*

Gracias, de verdad.

03 noviembre, 2012

Yo quería ser lo que no podía ser. Yo quería ser la sonrisa, el enfado, la duda, la incertidumbre en tus ojos. Quería ser el reflejo, la emoción, el amor, el rencor e incluso quería ser el odio. Quería ser el sí, el no. Quería ser los peros, los bueno, y los te quiero. Los errores, los aciertos, las caricias y algún beso. Quería ser la lluvia, el calor, las flores y las hojas cayendo. Quería ser la cama, las sábanas y la ropa en el suelo. Quería ser mordisco. Quería ser música, película, y guerra de cojines. Quería ser café y horas de estudio.
Quería ser celos, y ser confianza. 
Quería ser todo eso contigo. Yo quería ser lo que no podía ser.
Yo quería ser lo que tú no querías que fuera.



Perdón, por tener esto tan descuidado, pero uso mucho más tuiter para escribir ultimamente, y eso y 2º de Bachillerato están absorbiendo mi vida.
Gracias por leer, como siempre.

04 septiembre, 2012

Latiendo.

Me negaba a pensar que me iba a volver a pasar. Otra vez tener los sentimientos demasiado lejos. Demasiado era mucho para dos personas que se quieren. Demasiado es un centimetro de mas. Y no era el caso, eran miles de millones de centimetros lo que distanciaba aquello.
No podia imaginar una cama sin sus ojos cerrados y su brazo por encima de mi espalda desnuda. No queria imaginar cada mañana sin su 'buenas tardes', su beso apurado y la guerra de cosquillas. No quería. No queria que vinieran a mi cabeza que todas esas cosas iban a desaparecer casi completamente. Por que me gustaban hasta las peleas, hasta las arrugas que se le forman entre las cejas cuando dice que no me entiende. No. No es justo. Ya, ya se que la vida no es justa, pero ¿van a cargarse todo esto? Quiero susurros antes de dormir, no una pantalla de ordenador que ponga 'te quiero'. Quiero peleas, no indiferencia. Quiero mandarlo a la mierda, y que me diga ' solo si voy contigo y llevamos chocolate'. Quiero coger su mano al caminar, que la apriete y no haga falta que nos miremos para saber que sentimos. Quiero que cuando esté mal me lo cuente y cogerme varios trenes para un abrazo de seis o siete minutos. O una siesta abrazados.
Quiero amarlo, y que me ame. En cualquier sitio. Quiero que cuando me mire, vea alguien que le llena.  Pero es difícil intentar construir una relación cuando la mayor parte del tiempo 'estar juntos' no forma parte de la ecuación.

Necesitaba que esa distancia se acortara . Como muy lejos en los pies de mi cama, como muy lejos entre mis dientes.

04 julio, 2012

Alemania.

Hallo!
¿Qué tal todos? Ahora estoy en Alemania. Vine un mes de intercambio para aprender el idioma, encontré una familia genial y bueno, esto serán como  unas vacaciones bastantes merecidas después del curso largo, larguísimo que tuve.
En fin, se que escribo poco y eso, pero aquí no paramos, siempre tenemos algo que hacer. Y bueno, no sé, pensé en poner algunas fotos que estuve haciendo aquí, pero pondré más cuando las vaya haciendo ¿si?
Bueno, espero que sigáis bien y eso.
Gracias por seguir leyendo.